Mié, 10/11/2021 - 12:44

Mireya Bermúdez Amaya, la “coordi” que conecta a Santa María, Boyacá a través del trabajo colaborativo y la empatía

Mireya Bermúdez

Mireya Bermúdez Amaya es la coordinadora de la Institución Educativa Técnica Jacinto Vega, ubicada en el municipio de Santa María, en el departamento de Boyacá. Ella, licenciada en Educación Preescolar y con una especialización en Educación en Dificultades en el Aprendizaje y otra en Informática y Multimedia en Educación, se encarga de fortalecer el liderazgo de toda su comunidad a través de mensaje positivos que permiten reconocer las capacidades de cada uno de sus miembros. 

Mireya, quien se levanta a las 4:50 a.m. todos los días para dejar organizadas las actividades de su hogar, asegura que su jornada laboral inicia antes de llegar al colegio: “Mi día de trabajo comienza unos minutos antes de salir de casa, cuando me miro al espejo y me digo a mí misma que será un buen día. La importancia del saludo es increíble para transmitir la buena energía”, asegura la coordinadora. 

Además de ser madre, esposa, tía, hija, amiga y coordinadora educativa, es quien trabaja día a día para que la educación que se brinda en las 16 sedes rurales de este municipio boyacense sea de calidad y no se vea bloqueada por alguna vicisitud. 

“No son pocas las veces que estamos batallando contra los fenómenos naturales. A diario, cuando hago la ronda de llamadas con mis profes para verificar cómo va evolucionando su día, siempre contamos con impases como una sede sin luz o una vía de acceso cerrada por un alud. Es ahí cuando debo entrar a gestionar con diferentes organizaciones gubernamentales para que la educación continúe”, añade Mireya Bermúdez. 

El trabajo colaborativo y el poder de la Escuela de Liderazgo para visibilizar 

De acuerdo con la coordinadora, lo más importante en su labor se basa en dos valores fundamentales en el ámbito educativo: el trabajo colaborativo y la empatía: “El primero de ellos hace que todos aportemos lo que tenemos y ayudemos al otro a ver que todo es posible. Y con la empatía respetamos, valoramos al otro y hacemos las cosas con amor. Cuando tenemos esos dos componentes, todo fluye y se hace mejor”. 

Y es precisamente en esa visibilización que la Escuela de Liderazgo para Directivos Docentes ha ayudado al trabajo de Mireya. Gracias al intercambio de aprendizajes y experiencias que ha tenido en el componente de Redes de Aprendizaje, gracias al cual, la coordinadora ha transformado sus prácticas de liderazgo, especialmente las que tienen que ver con la gestión personal y la la gestión pedagógica, y ha mejorado la gestión en su Institución Educativa y ha aportado al desarrollo integral y aprendizaje de niñas, niños y jóvenes de la región boyacense.

“La Escuela de Liderazgo para Directivos Docentes ha apoyado mi gestión y ha hecho que yo sea visible. Me ha enseñado a aprender a escuchar y a valorar. Desde el día uno me ha enseñado a transmitir y a transferir a los demás que tengo para dar. Además, gracias al trabajo desarrollado he aprendido que la autoorganización es fundamental y que la autovaloración es prioritaria para mejorar cada día más”, explica Bermúdez. 

Por ahora, la directivo docente continuará aprendiendo a enseñar, como lo afirma en cada frase. Seguirá siendo parte de la Escuela de Liderazgo desde el Nodo Boyacá para aportarle al intercambio de experiencias como una posibilidad para generar conocimiento que, sin duda, dejará huella en la orientación pedagógica de su equipo de docentes y en la formación de sus estudiantes.